lunes, septiembre 01, 2008

DE ASCHACH A LINZ.





De esta segunda etapa casi que no pudimos tomar demasiadas fotografías por la lluvia que caía. Aún así y pese al chaparrón, la gente seguía haciendo actividades al aire libre. Mientras en el carril bici seguían circulando bicicletas como si tal cosa, en el río había numerosas personas practicando deportes de todo tipo y la vida continuaba su camino como algo natural, sin que nadie se escandalizara porque nosotros pedaleáramos con lluvia; y quiero destacar esto porque aquí, en España, las personas ponen el grito en el cielo cuando me ven con mi chubasquero encima de la bici. Sin embargo, allí, todos seguían su camino y os aseguro que llovía con ganas...
Por otra parte, debo decir que esta segunda etapa fue especialmente difícil para mí. Se me hizo dura, parecía que no llegábamos nunca, sobre todo en su tramo final donde el carril discurre junto a una carretera y hay una recta casi eterna y con pendiente de unos 10 Km hasta Linz. Encima, en un momento dado nos perdimos e hicimos unos cuantos kilómetros más. Me dieron ganas de llorar cuando ví a lo lejos las torres puntiagudas de sus iglesias, porque hubo algún momento en que pensé que no iba a conseguirlo, aunque como soy cabezota, cuando me propongo algo, batallo, y si¡lo conseguí!.

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